La interaccion, flagelacion escenarios

El latigo puede interactuar con otros utiles, otras practicas, incluso con otras personas. La mas habitual interaccion, que describiamos en el apartado anterior, es el arrancado de pinzas o de rastros de cera y el azotamiento de zonas pinzadas con pinzas rigidas metalicas. Pero existen infinidad de combinaciones. Una breve lista:

- Dos sumisas en suspension, enlazadas y atadas entre si, pueden ser azotadas secuencial o simultaneamente.

- El azotamiento de una sumisa que practica el sexo oral a otra, o el de esta ultima.

- Las pausas breves entre azote y azote para el uso sexual de la sumisa.

- Con el golpe descrito en segundo lugar, exagerando el retroceso de la mano, una sumisa que permanece arrodillada y sentada sobre sus muslos ante el dominante mientras le lame, puede ser azotada en espalda, nalgas, pantorrillas y (con moderacion) en las plantas de los pies.

- Una sumisa completamente vestida, pero con la falda recogida por detras, asomada a un balcon sobre una calle con mucho trafico de paseantes, puede ser golpeada desde dentro de la habitacion por el dominante que permanecera invisible ante los ojos de cualquiera.

- Una sumisa provista de un arnes de penetracion, sobre y penetrando a otra sumisa, producira un empuje notable y brusco desde los rinones sobre la penetrada, al arquearse con fuerza cuando recibe un golpe en la parte baja de la espalda. Lo mismo se produce cuando una sumisa yace sobre una protesis sujeta a la superficie horizontal.

- Si colocamos a una sumisa un bondage muy intenso y complejo, el uso del latigo producira zonas de “sombra” sensorial, sensaciones desconectadas entre si, asi como marcas de caprichosa creatividad.

- Una sesion de lluvia dorada tras la aplicacion severa del latigo, abre un campo de sensaciones dificilmente catalogables.

-Por ultimo, la escena donde el dominante interrumpe una flagelacion, se acerca a la sumisa atada a la columna, separa las enrojecidas nalgas y aprovecha su accesibilidad anal, para terminada la incursion penetrativa regresar a los azotes, es ya todo un clasico de la literatura (y del Cine) de naturaleza BDSM.

Y miles mas.

Un comentario sobre los latigos extra-largos; el que yo uso a veces, mide 2,70 centimetros, lo que le hace entrar en esa categoria (mas de dos metros cincuenta). Estos latigos, responden de forma diferente a los efectos de la dinamica, respecto al latigo corto hasta ahora descrito. Aunque es posible su uso en lugares estrechos, debido a la facilidad de emplearlos de abajo hacia arriba, sera muy dificil -mas bien imposible- hacerlo para un principiante, que necesitara obligatoriamente un espacio libre en torno de unos cuatro metros hacia todos los lados (circulo de 8 metros de diametro) para sentirse comodo. El latigo largo puede ser muy preciso, debido a su estructura y fiabilidad (no es necesario gastarse demasiado en un latigo corto o medio, pero un tres metros SIEMPRE debe ser de una buena calidad), sin embargo requiere gran experiencia.

Un arbol de corteza fina, situado en solitario en uno de nuestros muchos bosques mediterraneos, puede ser una buena opcion de comienzo. Una forma igualmente perfecta de entrenamiento para latigos cortos, es una almohada colocado en la intimidad del hogar sobre una superficie blanda (una cama, por ejemplo ) o dura (ojo, que sea algo donde no importe que resulte danada si recibe algun latigazo involuntario). Para este tipo de practicas, es aconsejable usar al principio versiones economicas, poco sofisticadas. Sin duda, las que se usen recibiran bastantes danos.

De todos modos, cuando ustedes conversen o vean la actuacion de algunos virtuosos del latigo largo, recuerden que estos se suelen dividir con exacta pulcritud en dos tipos: los afables, bienintencionados y dispuestos a animar a los neofitos, y que suelen huir de un cierto elitismo anglosajon, y los ensoberbecidos por rituales cirquenses que poco o nada tienen que ver con el BDSM, y que con gusto promoverian que nadie que no hubiera obtenido el titulo de Grand Master of the Whip (otorgado naturalmente por ellos mismos) se acercara a uno de esos instrumentos. Tranquilos, suelen ser excepcionalmente aburridos y prosaicos, tan apasionantes como una clase de morfologia del latin. Parafraseando a los belicosos tejanos:

“? recordad el Alamo-RACSA!”

De todos modos, cuando ustedes conversen o vean la actuacion de algunos virtuosos del latigo largo, recuerden que estos se suelen dividir con exacta pulcritud en dos tipos: los afables, bienintencionados y dispuestos a animar a los neofitos, y que suelen huir de un cierto elitismo anglosajon, y los ensoberbecidos por rituales cirquenses que poco o nada tienen que ver con el BDSM, y que con gusto promoverian que nadie que no hubiera obtenido el titulo de Grand Master of the Whip (otorgado naturalmente por ellos mismos) se acercara a uno de esos instrumentos. Tranquilos, suelen ser excepcionalmente aburridos y prosaicos, tan apasionantes como una clase de morfologia del latin. Parafraseando a los belicosos tejanos:

“? recordad el Alamo-RACSA!”

En cristiano palatino: las indicaciones deben ser solo eso, indicaciones. Cada persona debe ser y hacerse responsable de sus actos y de las consecuencias de aquellos, sin que nadie tenga el derecho a atribuirse la capacidad de juzgarlas, salvo en su contexto legal. En el uso del latigo largo, como en cualquier practica BDSM, no hay sacrosantos e inviolables edictos de superiores inteligencias, sino la actuacion reflexiva de cada cual, usando el sentido comun y buscando y encontrando informacion objetiva sobre los temas, para actuar luego de conocerla, asumiendo los riegos que consensuadamente se hayan acordado.

Una ultima advertencia en este capitulo.

El latigo largo no es un juguete de sex-shop. Es un arma!!!

Y como tal, su uso debe ser medido y justo. No entro en el grado, eso es cosa de dos, y se presupone que ambos son adultos informados, sensatos, y que asumen libremente los riesgos. Pero lo minimo que se puede pedir (no digo exigir) al Dominante, es que este familiarizado con su uso, independientemente de si el proposito mutuamente consensuado es “jugar a”, “acariciar”, “calentar”, “castigar severamente” o dejar “marcas de posesion” permanentes. Se trata de que no se consiga un efecto, cuando el que se desea es otro. Y que pueda enfrentarse, con solvencia, a los posibles resultados negativos. Ni mas, ni menos.